Soy hombre y por lo tanto soy un animal con palabras, ya lo dijo Aristóteles, aún resuenan sus voces, porque en el fondo son sólo voces del pasado. Y hay que entenderlas, como eso y nada más que eso. Voces que sin embargo, para poder entender, hay que recurrir a la historia y a la geografía, al tiempo y al espacio, el tiempo porque la vida se mide en tiempo y al espacio, porque no hay donde más, porque la Tierra es nuestra propia vida.
Un poco de arte, de lo poquito que nos queda para sobrevivir al día a día. Pues la movilización de hoy de Pedregales, nos lo recuerda todo el día. Donde vivimos los procesos de Gentrificación, que nos arrebatan la vida en la ciudad, como en el campo los Despojos, ya lo sentenció Neil Smith. Pero para sopezar el coraje y la rabía, nada como el arte, pues ante todo, hay que saber que la revolución es la reconciliación.